jueves, 30 de abril de 2015

Soy una chica.




Soy una chica.
Hasta ahí estamos todos de acuerdo.
La convención social afirma que las chicas pueden (y, dependiendo del evento, deben) llevar falda.
Las chicas tienen tetas y en ocasiones pueden también llevar escote.
El uso del verbo "poder" implica también la existencia de una norma impuesta al respecto. Si una mujer "puede" llevar falda, ¿es porque alguien o algo se lo permite?



Esta "posibilidad" implica también unas consecuencias. Pondré algunos ejemplos, dependiendo de la longitud de la falda:

Si eres una chica con falda por debajo de la rodilla, puede ser:

1. Que te llamen mojigata.
2. Que te confundan con una monja.
3. Que piensen que eres elegante.
4. Que piensen que eres una hippie o una moderna.
5. Que piensen que vas a una boda.
6. Que te miren un tobillo.
7. Que te miren el culo.

Si eres una chica con falda por encima de la rodilla, puede ser:

1. Que te llamen fresca.
2. Que te confundan con una azafata.
3. Que piensen que eres un poco suelta.
4. Que piensen que eres una colegiala japonesa.
5. Que piensen que vas al instituto.
6. Que te miren las tetas.
7. Que te miren el culo.

Obsérvense los comunes denominadores:
- Mirar/ pensar/ confundir/ llamar.
- Culo.

No sé qué más decir.
Solo quería exponer esto.
Que puedes llevar falda.
Y te arriesgas a que te miren el culo.
Lo cual no es extraño ni descabellado, teniendo en cuenta que los homo sapiens sapiens tienen, por regla general, dos globos oculares.
También tienen, por regla general, dos manos.
Y por regla general, un cerebro, que en ocasiones se limita a una humilde cobertura física de aire. En muchas ocasiones.
Este cerebro lleno de aire se conecta, a veces, por un conducto de ponzoña estancada, con las manos y otros apéndices corporales, ante la visión de una falda. Entre todos ellos manejan con mayor o menor dificultad las dos neuronas que no hayan quedado estancadas en el veneno caducado de sus venas o flotando en el vacío cerebral, y llegan a la conclusión de que, si me lo muestran, es para mí.

A continuación reproduciré un fragmento de una posible conversación que algunas de las partes del cuerpo de un pobre individuo bineuronal podrían mantener en esta situación:

MANO 1: Hazme avanzar, hazme avanzar.
MANO 2: Me gusta, me gusta.
MÚSCULO DEL BRAZO: Calculando distancia.
CEREBRO: ¿Qué es "calcular"?
MANO 1: Me gusta, me gusta.
MANO 2: Se puede tocar.
OJO 1: Se puede mirar.
OJO 2: Por eso lo miro.
CEREBRO: Sí, seguro que se puede tocar. Y mirar. Lo quiero mirar siempre.
OJO 1: Hazle una foto.
MÚSCULO DEL BRAZO: Sacando móvil.
MANO 1: Aprieto el botón.
MANO 2: No hay cartel de "No tocar".
CEREBRO: Por algo será.

Un día voy a ir por la calle vestida con carteles de CERRADO.
Soy una chica.
No un expositor.
Llevo ropa.
No papel de regalo.
Escribo este post para aclarar la diferencia a los individuos bineuronales.
Y para concienciar de esta pobre dolencia a la sociedad en general, y a los médicos en particular. Hagan algo, si es que pueden.



No hay comentarios:

Publicar un comentario